Thursday, December 16, 2010

Santa Inocencia…

Dedicado a B.D. la más bella flor, mi preferida en un ramo de flores.


La conocí hace unos años, era la más chica esa tarde, era la inquieta. Recuerdo que me sorprendió como preguntaba, con la inocencia que lo hacia pero sobretodo con la frescura que disimulaba la carencia de algunos conocimientos, producto de su corto recorrido en la vida.

Los años pasaron, yo sume canas perdí paciencia, Ella sumo años perdió inocencia, yo sume mañas perdí esperanzas, Ella sumo frescura y perdió muy poco en realidad. Pero ambos sumamos horas de charla, mateadas, salidas, risas, Ella se ríe con el alma, no disimula su sonrisa no la lanza a medias. Tuvimos confesiones de madrugada, complicidades de noche, tardes fraternas, llamadas de contención, mensajes de texto de pura compañía. Fue una tarde de esas que nació este texto, estas palabras, es raro verla abatida, sin ganas de sonreír, Ella sabe de peleas duras, Ella sabe pelear esas peleas, por eso verla así, sin ese brillo que reina en su ser siempre me empujo a escribirle.

Ella siente que nadie la quiere, siente que nadie la va a querer como Ella esta dispuesta a querer, y ahí esta la clave, Ella quiere con todo su ser, quiere a fondo, sin medias tintas, Ella entrega su ser hasta el dolor. Ella escucha historias de felicidades ajenas y se pregunta por que no le toca nunca contar un relato así. No exige nada porque sabe de vivir con lo que se tiene, ser feliz con eso aunque a veces sienta que no le alcanza, porque nunca en comparación a lo ofrecido, lo recibido alcanzara.

Y capaz hasta le den vergüenza estas palabras, porque Ella que es una mujer que te arrolla con su presencia tiene un lado vergonzoso muy importante, quizás solo las agradezca con la cordialidad propia de una dama, con la elegancia propia de una dama como Ella, no lo sé. Lo importante es que las lea, porque lo que le tengo que decir, y ella lo sabe, se lo dije hace unas horas nomás, lo que le tengo que decir es que nadie la va a querer como la quiero yo…



La recomendación de hoy es Meira Delmar u Olga Chams Eljach, poeta colombiana nacida en Barranquilla en 1921. Ha figurado bajo el seudónimo de Meira Delmar desde que algunas revistas cubanas publicaran sus primeros poemas. Su poesía esta caracterizada por una dulce sensualidad.



Soneto en vano.


(Del libro Reencuentro)

¿A dónde iré que no me alcance el vuelo
de tu mirada que en azor se muda,
y la noche de sueños me desnuda
con el brillo quemante del desvelo?

¿En qué sitio del aire, el mar, el cielo,
encontrará mi corazón ayuda,
la clara mano que mi mal acuda
y en dulcedumbre me convierta el duelo?

La frente pensativa me rodeas
de lejanas memorias. Me recreas
los rostros del amor enceguecido.

Y es inútil que huya de tu acecho
si te oigo vivir dentro del pecho
con la vida sin muerte del olvido.


Monday, November 08, 2010

Una mujer me danza en las pupilas...


No podría decir con exactitud si es que la danza la llevo a dominar su cuerpo de la manera en que lo domina, o si dominarlo de esa manera la llevo a la danza, poco importa que se dio primero, lo importante es que ella domina cada músculo de su cuerpo, pero de una manera tan dulce que no parece una dominación sino mas bien un convencimiento, ella los convence de moverse de esa manera. Su cuerpo con el tiempo se ha convertido en el templo del movimiento, pero también en el refugio de los golpes, y en ese cuerpo los golpes son aprendizaje, cosa que el alma todavía no pudo aprender. Su cuerpo, maestro para tantos, no pudo enseñar todavía a su alma el camino por el cual se absorben los golpes y se aprende ellos. Materia pendiente para el alma que vive en tan tallado cuerpo.

Para ella bailar no es un entretenimiento ni siquiera una profesión, para ella bailar es un estilo de vida, su estilo de vida. Su vida se mide en ocho tiempos, ella vive en ocho tiempos. Ella transita su vida danzando, saltando baldosas, esquivando, con la gracia de un pájaro volando, piropos que le son lanzados a mansalva cuando transita cualquier barrio de la ciudad. Perderse en el vaivén de sus caderas es tan fácil como no poder volver a concentrarse después de mirarla un segundo a los ojos, Ella es conciente de estas cuestiones pero sus actos son inconcientes, no tienen dobles intenciones, Ella mueve así sus caderas porque le gusta moverse, los observantes cargan de significantes ese movimiento, la culpa de las reacciones a esos movimientos es exclusivamente culpa de los que la observan bailar, claro esta, que viéndola bailar es difícil dejar de observarla.

Cuando alza los brazos parece que va a hacer descender el cielo, cuando estira sus piernas uno siente que se detuvo años a admirar ese cuadro perfecto, uno siente lo relativo que es el tiempo cuando la admira. Observarla de lejos es una tarea de imposible realización, cuando uno logra advertirla entra la multitud, cuestión que no es difícil porque sobresale entre cualquier grupo de personas, el cuerpo de uno se lanza a su encuentro, a la más cercana de las cercanías posible.

Será porque esta acostumbrada a escuchar la música, antes de empezar a moverse, que Ella te escucha, te mira a los ojos cuando hablas y hace que pierdas la concentración, la fuerza de su mirada es tan cautivante como la fuerza de sus movimientos. Ella te danza en el centro de las pupilas, y te hace perder en el centro de su mirada, Ella es la bailarina de la perdición, Ella es la intérprete perfecta de la danza de mi perdición…



Hoy la recomendación poética es uno de los grandes de la literatura, Jorge Luís Borges, con su poema Mi Vida Entera.



Mi Vida Entera.


Aqui otra vez, los labios memorables, único y
semejante a vosotros.
Soy esa torpe intensidad que es un alma.
He persistido en la aproximación de la dicha y
en la privanza del pesar.


He atravesado el mar.
He conocido muchas tierras; he visto una mujer
y dos o tres hombres.
He querido a una niña altiva y blanca y de una
hispánica quietud.


He visto un arrabal infinito donde se cumple una
insaciada inmortalidad de ponientes.
He paladeado numerosas palabras.
Creo profundamente que eso es todo y que ni veré
ni ejecutaré cosas nuevas.


Creo que mis jornadas y mis noches se igualan en
pobreza y en riqueza a las de Dios y a las
de todos los hombres.



Monday, November 01, 2010

La Flaca, Viva La Vida...

Hace unos días un amigo, en una charla de desvelados, hizo un comentario sobre lo difícil de encontrar una persona que viva la vida, no que solo la transite, su comentario me hizo pensar directamente en La Flaca, ella si que vive y te empuja a vivir.

La Flaca tiene tendencia a las adicciones, ella defiende sus acciones, no las esconde, para ella los excesos son una forma de aprender donde están sus limites, juega a correrlos, a ver hasta donde llega. La Flaca es una adicción en si misma, para los que tenemos el placer de conocerla sabemos lo difícil que es dejar de verla, de mirarla, de escucharla, porque debajo del ser que coquetea con los límites se encuentra un ser de lo más sensible que el mundo puede brindar. Quien puede sortear la barrera que te impone de entrada, aquel que logra dejar de pensar en la belleza que domina su cuerpo entero, se encuentra con la parte de la personalidad de La Flaca que te genera adicción, se encuentra con un ser lleno de amor, de sensibilidad, de sueños, de comprensión pero también acidez, humor, La Flaca en si seduce desde muchos lados.

Hay mujeres que visten ropas, y hay mujeres que lucen ropas, La Flaca es de esas mujeres en las que un pedazo de tela se resignifica, logra la gloria textil, la ropa por momentos se siente incomoda al tapar una piel tan gloriosa, seres como La Flaca deberían tener permiso para pasearse desnudas por la vía publica. Nadie se escandalizaría al ver tanta piel, tanta belleza, tanta armonía en un cuerpo.

Cuando pasea su cuerpo por algún lugar, obtiene miradas de ambos sexos, La Flaca gusta, y lo hace de la manera más pura, lo hace sin buscarlo. La Flaca tiene mil historias de encierros en baños, de noches enteras sin dormir maldiciendo días hermosos, de esconderse por días en un living sin visitar la cama. Pero esas son las historias menos ricas de ella, las historias de puñales clavados, de amores absurdos, de sueños truncos, hacen que al escucharla relatarlas la quieras abrazar, cuidar, acunar en sueños, ayudarla a desahogarse, pero ella no te va a dejar tan fácil, La Flaca enseguida saldrá de ese momento con una humorada, con una hábil gambeta con la que esquivara hasta sus propios sentimientos.

La Flaca es adictiva, uno quisiera fraccionarla en polvo y salir a comerciar tanta belleza, sabiendo que ningún mortal soportaría un gramo de tanto ser circulando por su cuerpo, una dosis de La Flaca te puede matar o despertarte para siempre, y salir a vivir la vida, jugando a seducir hasta a la muerte misma.



Hoy les dejo un poema de mi fetiche literario, Alejandra Pizarnik.



LA ÚLTIMA INOCENCIA

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!



Friday, October 22, 2010

De Julietas que ahuyentan sus Romeos...


Julieta camina con la elegancia de una modelo pero también con el porte de un soldado en un desfile militar. Voltearse a mirarla, cuando pasa al lado de uno, es casi una obligación para cualquier ser que se jacte de apreciar la belleza. Cuando camina, como cuando baila, parece que hasta el viento que la roza esta siendo seducido, Ella juega con eso, sabe las sensaciones que despierta y se divierte. Describir su cuerpo es caer en lugares comunes, en curvas y contra curvas capaces de hacer perder el control al más experimentado de los conductores.

Varios han intentado conquistarla, enamorarla, Ella los deja creer que lo están logrando pero suele aclararles lo imposible de esa misión, que no se detengan en eso, que les quita energía para disfrutarla. Ella acarrea sus fantasmas, no te lo va a reconocer pero estuvo enamorada varias veces, es de las que cuando ama lo hace con todo el cuerpo, incluida el alma.

Julieta no se deja sorprender por el sol en la cama de nadie, desarrollo la habilidad de huir, de entre las sabanas, en ese momento justo donde la luna esta por terminar su turno y entregarle la posta al sol. Al salir siempre saluda a los porteros, son su custodia cómplice hasta que la rescata un taxi. En los taxis suele pedir permiso para fumar, ningún tachero puede negarse al pedido de una dama que escapa de madrugada de la cama de un amante. En los viajes de retorno a su casa, suele pensar en el amante abandonado el tiempo que le dura el cigarrillo en la boca, incluso a apagado cigarrillos por la mitad.

Así anda Julieta, paseando su tallado cuerpo, su cara entre angelical y picaresca pero sobretodo cautivante, por las noches de la ciudad, esperando encontrar otro Romeo capaz de no quedar reducido a huesos en las primeras salidas. Así transita su vida, mirando entre el humo, que escapa de su cigarrillo, esperando que algún día sin previo aviso la vida la pegue una cachetada de amor, que aparezca un Romeo capaz de domar a tanta Julieta, a tanta mujer…



La recomendación de hoy es para una de las voces mas profundas de la poesía Latinoamérica, mil veces recomendada y mil veces mas lo será, Gioconda Belli.



Permanencia


Duro decir:

Te amo,

mira cuánto tiempo, distancia y pretensión

he puesto ante el horror de esa palabra,

esa palabra como serpiente

que viene sin hacer ruido, ronda

y se niega una, dos, tres, cuatro, muchas veces,

ahuyentándola como un mal pensamiento,

una debilidad,

un desliz,

algo que no podemos permitirnos


ese temblor primario

que nos acerca al principio del mundo,

al lenguaje elemental del roce o el contacto,

la oscuridad de la caverna,

el hombre y la mujer lamiéndose

el espanto del estruendo


Reconocer

ante el espejo,

la huella

la ausencia de cuerpos entrelazados hablándose.


Sentir que hay

un amor feliz

enjaulado a punta de razones,

condenado a morir de inanición,

sin darse a nadie más

obseso de un rostro inevitable.


Pasar por días

de levantar la mano,

formar el gesto del reencuentro y arrepentirse.

No poder con el miedo,

la cobardía,

el temor al sonido de la voz.

Huir como ciervo asustado del propio corazón,

vociferando un nombre en el silencio

y hacer ruido,

llenarse de otras voces,

sólo para seguirnos desgarrando

y aumentar el espanto de haber perdido el cielo para siempre.


Wednesday, October 06, 2010

De provocaciones y noches extasiadas...


Hay un instante previo a que caigan las primeras gotas de una copiosa lluvia, en donde surge un aroma peculiar de la tierra, el ambiente parece estar como ausente de aire, un amigo de esos que tiran frases celebres todo el tiempo, solía decir que ese instante era la angustia misma, la angustia hecha carne. Hoy la ventana de mi habitación me devuelve un cielo gris, el aroma a lluvia, pronta a venir, empieza a invadir el ambiente, y yo solo pienso en la charla que tuve con Ella noches atrás, “sos un provocador, solo te interesa provocar a la gente”, me lanzo mientras buscaba una media que parecía jugar a las escondidas.

La media nunca apareció, Ella suele perder las cosas más absurdas, recuerdo una noche que perdió el auto en Palermo, una tarde perdió todos sus apuntes al ponerse a correr con un perro, el DNI ni hablar, va por sextuplicado, nunca la vi preocuparse por sus perdidas, vive perdiendo cosas, mi memoria es juguetona suele decir, tratando de justificarse de alguna manera.

Del álbum de mis roces, Ella sin dudas fue la figurita más difícil, dije una noche, y lo sigo sosteniendo. Yo salía de una relación, medio rengo, medio embroncado, Ella odiaba las relaciones. Nos cruzamos una noche en un bar perdido de San Telmo, que por esas épocas era la fija los martes, me acuerdo que lo primero que me llamo la atención fue su mirada, bueno en realidad lo segundo, lo primero sin dudas era ese tatuaje que nacía en su omóplato, descendía por su espalda, daba un giro inesperado y aparecía sobre el frente de su cintura. Me fui acercando a su ubicación con el pasar de la noche, el desfile de hombres que se le acercaban era tan importante como el de excusas para evitar entrar en un dialogo. Esa noche no le dije nada, pero cruzamos miradas varias veces, ambos lo admitimos con el tiempo.

Esa misma semana, me cruce su mirada de nuevo, recuerdo que un amigo me invito a una fiesta, no recuerdo el Dj, era viernes y se asomaba una tormenta desde el río. Eran tiempos donde el extasis reinaba la noche, uno se cansaba de pisar botellitas de agua, yo empezaba a disfrutar del fernet y el cordobés de la barra casi me abrazaba cada vez que le pedía uno. Cuando la noche empezaba a darle la bienvenida a los primeros rayos de sol, mi amigo me señalo lo que durante años fue la imagen que se me aparecía cuando alguien pronunciaba la palabra sensualidad, a unos 20 metros de nosotros un grupo de chicas saltaba sobre unos sillones, mientras una bailaba sobre la mesa, claramente Ella era la que estaba sobre la mesa, bailando una danza consigo misma, victima de un cóctel extraño que la hacia sentirse tan deshidratada que no solo bebía el agua sino que la arrojaba sobre su tallado cuerpo, como si esa parte de la pista del boliche fuera una ducha publica típica de playa brasilera.

Ambos tenemos versiones distintas de cómo siguió esa noche, coincidimos en que cruzamos miradas, ambos sonreímos y después salimos del boliche juntos. No nos ponemos de acuerdo en el orden de las cosas, quien sonrió primero, quien hablo primero, que dijo, y esos detalles. Al salir fuimos a buscar el auto de mi amigo, en el cual el baúl oficiaba de vestidor, se salía de martes a domingo y había que estar preparado, recuerdo que ella agarro una campera mía, se la puso y dejo caer su vestido mojado sobre sus pies, acto seguido nos fuimos a desayunar.

Dale nene, conmigo no jodas, si hasta algunas amistades tuyas son en realidad la búsqueda de provocar a otros amigos”, nadie me entendió mejor que Ella, nadie juega mejor el juego de provocar que Ella, nadie sabe donde golpearme mejor que Ella. “Antes tus provocaciones me hacían pensar, porque pensaba que ese era el fin, pero ahora solo sé que te gusta provocar a la gente” y sonreía mientras lo decía, creo que eso es lo que más me molestaba, que disfrute tanto sacarme la ficha… “El día que te canses de provocar a la gente, vas a tener tu ultimo acto de provocación, me vas a pedir casamiento” sostuvo mientras agarraba un par de medias míos con cara de “me los llevo”.
Su ultima sentencia me dejo esperando, casi rogando, que se largue a llover, que llegue el diluvio, así este aire a angustia abandona mi cuarto…



Wednesday, September 29, 2010

Caminando, pensando, masticando, escribiendo...


Evito escribir los domingos, la visión del mundo ese día de la semana no ofrece panoramas muy alentadores, por eso este texto lo vengo masticando desde el sábado a la noche. Soy de esos que están jugando un partido, escucho algo y, mientras busco la pelota para sacar un lateral, pienso que debería escribir algo que hermane esa idea con otras que me dejo la semana.

El viernes tuve fiebre, así que el sábado me desperté rodeado de papeles con textos en los que no me reconocí, al otro día jugué al fútbol con 13 desconocidos que sentí muy cercanos, levantar ciertas banderas en este país te hermana. El post lo empecé a masticar volviendo de Boedo, caminando por rivadavia escuchando música, revisando los mensajes típicos de sábado a la noche que se avecina. Tener una hora en silencio el celular me hace encontrarme con una serie de mensajes de Ella, por la que años atrás hubiera dejado todo, desde mí amada ciudad hasta la posibilidad de volver a tener perro por su alergia. Con Ella me pasa lo que no me pasa con otras, todavía no resuelvo de qué manera nos hacemos más daño, si es cuando besamos a otra gente en cercanía de nosotros o cuando nos besamos nosotros.

Caballito de noche me parece un barrio encantador, salvo por el Parque y sus rejas, un sábado a la noche hasta el transito es amable, las luces le dan un marco a la avenida que acompañado por mi mp3 con una selección de temas me lleva a pensar en muchas cosas. Al llegar a Acoyte me acuerdo de cuando reconocí la risa de mi ex entre la multitud que cruzaba esa esquina un día de semana, esbozo una sonrisa, es increíble como al pasar los años, van pasando los barrios, las ex, las anécdotas, la ciudad entera sangra recuerdos.

Y tanto caminar, tanto avanzar, que pensar en el futuro se hace inevitable. Y con este tengo mas sentimientos contradictorios que con el pasado, y no es poco, porque lo veo destruyéndose noche a noche incluso antes de formarse, porque se pierde en un vaso y entrega un beso que no debería ser dado, porque una noche cualquiera cansado de atender el teléfono de la soledad hace la llamada que nunca debió hacer, porque una tarde de domingo cansado de un fútbol sin goles sale a patear junto a los abrazos del ayer. Pero a la vez, el futuro es una charla de domingo a la madrugada con un pibe que ya casi se siente amigo, el futuro son esos catorce desconocidos, que viajando desde el norte, el sur y el oeste se juntan en Boedo a disfrutar de una tarde fútbol e ideales, el futuro es este masticar unas ideas con la sensación de que en un tiempo no muy lejano serán algo mas que un puñado de palabras, al fin y al cabo, se trata de día a día ir masticando la realidad que nos toca vivir…



La recomendación de hoy es la poeta argentina Mariel Manrique, su obra la pueden encontrar en http://pajarodechina.blogspot.com/



X

La certidumbre de tu amor sereno
me sostiene esta noche.
Porque nuestros padres ya no están aquí.
Porque no hemos tenido hijos que reciban
nuestra modesta y entrañable biblioteca.
Porque nos tenemos a nosotros mismos.
Sé la brújula de mi estremecimiento.
No soltaré tu mano. Escudaré tu nuca.
Tu ternura me infunde este vestido blanco.
Mi perseverancia diseña tu sombrero.
Silencian las agujas enterradas
en las muñecas vendadas de la veteranía
que nos han dedicado ciertas guerras.
Sobre esta tierra bailan los flamencos
de ese cuento que nos gusta leer.
El bosque retrocede, suspendido.
Miro la casa de hilos que supimos fundar.
Veo las vendas que habrá que merecer.
El que no baila se ofrece al sacrificio.
Mañana ellos saldrán de cacería.
Tengamos hasta el último minuto
el desclasado aliento de las flores sin nombre,
la inocencia inconsciente de los flamencos.


Tuesday, September 07, 2010

De viejos y nuevos hábitos...

Mick Jagger canta, marcando bien su acento británico, mientras Alfie suelta las ultimas sentencias de su reflexión final. El plano de cámara nos permite ver como el protagonista se retira caminando, cada vez más pequeño, volviéndose a cada paso más minúsculo, a cada paso más sumergido en la inmensidad de su intranquilidad interior. Mientras Mick sigue cantando “Old habits die hard”, me quedo quieto mirando los créditos, la inmovilidad dura unos segundos de esos eternos, de esos que se rompen por miedo a la perpetuidad de esa condición. Me movilizo para quitar el dvd, y pienso en la urgencia de tener una botella de whisky en casa.

En estos días vi las dos versiones de Alfie, cine continuado, todo el mundo vio la versión de Jude Law pero desconocen la versión original (1966) interpretada por Michael Caine. Si bien tengo las dos versiones hace dos años casi, cortesía de un amor de esos que marcan más allá del desenlace de la historia, nunca había visto la versión original. Me repito si comento que el argumento de la película me hace reflexionar mucho, en ambas versiones la reflexión del final, tan bien actuado, funciona como sesión de acupuntura en el alma, uno va sintiendo como los alfileres se van clavando uno a uno, fijando el alma al cuerpo, para que no escape, para que quede presa en la cárcel de carne y huesos.

Mick Jagger sigue cantando, la banda de sonido de la película es muy buena, mientras trato de encontrar la forma de liberar, de algunos alfileres por lo menos, a mi alma, pienso que es una noche para empezar a fumar, un poco de humo le vendría bien a la escena que construyo. Por momentos me conozco tanto, que intuyo que te vas a aparecer en mis pensamientos, que inevitablemente la película, la música, la noche, me llevara a pensar en vos. Tanto me conozco, tanto quiero conocerte, que me pregunto si llegara el día que abandonemos por un momento nuestros miedos, el día que mirándonos a los ojos verbalicemos esto que nos pasa, que imitemos a nuestras manos,

siempre tan vuelteras a la hora de desprenderse una de la otra, si llegara el día en que mi lengua dejara caer entre mis labios esas palabras que hace tanto no se dicen, tanto que ya no se recuerda como suenan, si caerán los te quiero, los te necesito, los no te vayas, los estoy acá...

Old habits die hard, hard enough to feel the pain, we havent spoken in months, you see i´ve been counting the days” sigue taladrandome Jagger, decido que no sera la noche donde comenzare a fumar, y mientras espero el estribillo para sumarme al canto, libero me ultimo suspiro pensando en vos y me derrumbo en la cama...



La recomendación de hoy es Ramón Palomares (1935) este escritor venezolano ganador de múltiples premios por su obra, es uno de las grandes poetas actuales en lengua castellana.



Más Allá De Nosotros

Conversaciones que venían
Hoscas
Buscándonos
Gentes del sueño y Gentes del Viento
Árboles ventosos y golpes en el corazón
Y al cabo estábamos volando
conversando
Árboles ya y gentes del sueño y vientos
con el alma errada y un errante árbol
Furiosos, Incorpóreos,
dando vueltas en torno a la vida
y desentrañándonos
desentrañándonos
Más allá de nosotros.



Wednesday, August 18, 2010

De videoclips y Puzzles...


Hay instantes en la vida de cualquier persona, que minúsculos actos, efímeras partículas de tiempo, alcanzan para explicarnos grandes enigmas de la existencia. Dos planos de la cadena de TV árabe Al-Jazeera nos alcanzaron para entender lo que es la guerra, un ser recorriendo 60 metros esquivando ingleses durante 13 segundos nos sirvió para entender que la presencia de Dios es más terrenal de lo que creíamos, un beso nos alcanzo para comprender que hay seres que no pierden su brillo a pesar de todo el alcohol y cocaína del mundo.

Hay frases que te dejan reflexionando durante días, una canción que escuchas un día azarosamente, un párrafo de un libro que venís masticando en los colectivos, una frase soltada impunemente una madrugada, un graffiti perdido en una pared huérfana. Y van pasando los días y tratas de armar una historia con todas esas partecitas acumuladas, y sentís que estas armando un rompecabezas con cientos de faltantes, como llenar esos espacios vacíos, como filmar una película con un guión que llega por twitter, la síntesis tiene poder pero tiene muchas más limitaciones.

Será porque somos de la generación de MTV, del videoclip, del reinado de la edición, de los programas de televisión que en una hora te muestran todo lo transmitido en una semana, que vamos recorriendo nuestra existencia recortando pedacitos, frases, momentos, todo en partes, todo efímero. Ya nadie pretende vivir una totalidad, con lo que el Todo supone.

Nunca pude escribir un día de sol, las nubes y, sobretodo la noche, siempre me resultaron más poéticas que el centro del universo. Por eso es que quizás este no sea el más brillante de mis tan poco brillantes textos, pero necesitaba salir de la agonía de no haber escrito nada en agosto…



La recomendación de hoy viaja a Corrientes, el poeta se llama Francisco Madariaga (1927-2000) la joya más preciada de los surrealistas.



EL ALBA CÁLIDA


¡Se clarifica el día! Oh viejos Elementos, dadme un poco de agua.

La ciudad ha sido invadida por el mar, pero conserva todos sus ruidos, su tráfico.
Todos los rumores se han transformado en cánticos de pájaros.

Viejos árboles míos, ¿estaréis locos en la campaña?
A cualquiera lo meten en un ataúd de habitación delgada hundiéndose en el mar.

¡Que un mar cálido le tape todos los nidos al alba cálida!
Los ferrocarriles penetran en la arena. Uno, sordo revienta y se le abre un abismo de mar. ¡Candentes aventureros que nadie atrapa, hermanos que aún no han pasado bajo mis árboles!

Eh, monos, corregid vuestros errores: al alba cálida no se la mastica ni se la contempla. La virginidad de las ramas de las últimas sombras que nunca ha visto a un hombre, no se la holla, monos. ¡Sacadle toda la boca para el alma!

Asnos que beben en el alba tímidamente porque hay bosques que los embriagan por la noche, me
encuentro bajo el mar, en una estancia de calor esmeralda. De entre ola y ola brotan los pájaros como balas de sol y saltan velozmente hacia el infierno.

¡El alba cálida es el infierno, la iniciadora de todos los amores!

Allá en el fondo la presión ha bloqueado a mi alma a lo largo, en su ataúd habitación. La ha hecho entrar rápidamente, por los pies, en el cuadro verde más infinito.

Después, cayeron ferrocarriles de punta en la arena.

Alba cálida, alba cálida, ¿Por qué acudís a mí en esta habitación tan delicada?
Oh movimientos de las sombras, humedades del pañuelo de los niños, gorjeo del polvo del amor, jaulas mías colgadas en el bosque:
Una liana de oro fuerte de relámpago atrapado por el bosque puede arrancar este ataúd habitación.


Monday, July 12, 2010

De bailes y miradas...


Desde del regreso a casa al finalizar la noche del jueves, cuando un amigo me traía a casa, que pienso en el Club, sobretodo en algo que aprendí ahí, en una imagen que tengo guardada, de las pocas, de mis primeros años, con el poder de esas imágenes que marcan a fuego.

Recuerdo pocas cosas de la época del Club, de la época de la sociedad de fomento. Si recuerdo que pasábamos muchas horas allí, recuerdo algunos nombres, tengo algunas imágenes, cada tanto chequeo algunas de mis memorias con mi hermano o mi mama. Recuerdo a Juan Boleta, sentado siempre en la mesa más cercana al televisor, si bien si vivía puteando con mi abuelo Tito ambos reconocían un amigo en el otro. Recuerdo la mesa de tute pero no recuerdo las reglas, recuerdo rogarle al buffetero que prenda una luz de la cancha pero no recuerdo al buffetero en si. Me acuerdo que se jugaba a la quiniela, no recuerdo haber ido nunca a la agencia de quiniela.

Entre las cosas que recordé esa noche se encuentra el camino de ida al club, intente recordar el orden de las calles que caminábamos, Llavallol, Defensa, Congreso, o era Congreso, Defensa???, recordé el orden por la dirección de la ferretería de la esquina, vuelta a empezar. Llavallol, Congreso, Defensa, acá el recuerdo me trae perfume a flores, un vivero ocupaba casi toda la cuadra, Directorio, ahí la vereda se hacia mas chica por el puesto de diarios de la esquina, Los Andes, verdulería en la esquina y de la vereda de enfrente mi novia del Jardín. Al llegar a Actis se miraba bien antes de cruzar, porque había cinco esquinas y doblaba el 166, al llegar a Lainez el olor a pizza te llenaba los pulmones, por lo menos hasta Milán te duraba, porque en Gaona la “Chacra de Andrés” te llenaba de asado el alma. Después era cruzar “La Gaona”, pasar por la tienda de luces, por el aserradero, y entrar al club. A veces el viaje se hacia en una hamaca que se formaba agarrándose con una mano de Mama y con otra de Papa. A la vuelta, Mama cantaría junto a mi hermana, todo el camino, sal de ahí chivita, chivita.

El inicio al esfuerzo de recordar estas imágenes, estas sensaciones, esos olores de la época del club, se inicio cuando dos ojos se reposaron en los míos durante unos minutos, al compás de un ritmo contagioso, una noche de jueves como tantas otras. Porque si algo recordaba del club eran los momentos de baile, de fiesta, ahí donde vi a mi Tío Hugo bailar, al ritmo de Credence, con mi Tía Sandra, cruzándose en un sana competencia de baile con Mi Mama y mi Papa, con Carlitos Flores (la primer persona que vi comer flan con dulce de leche y crema) y su señora, porque en el club se sabían todas las peleas internas de las parejas pero a la hora del baile todo quedaba de lado, había respeto en las miradas que se cruzaban las parejas, había cuatro minutos de paz, cuatro minutos de sensualidad coordinada, el baile era el recuerdo de lo que había sido en algunos casos, de lo que seguirían siendo en otros. Porque no recuerdo no las reglas del Tute, porque no recuerdo la dirección exacta del Club, no recuerdo el año en que dejamos de ir, no recuerdos muchas cosas, pero si recuerdo los bailes, tengo presente la imagen de esas parejas perfectas durante cuatro minutos, y la sensación que prendió fuerte en mi, de que aprender a bailar era importantísimo a la hora de encontrar a la mujer con quien compartir el resto de los días.

El fin de semana siguió con el recuerdo latente de esos ojos, de ese cruce de miradas que duro minutos eternos, nadie sabrá que serán de esos cruces, si se mantendrán en el tiempo, pero ya me hicieron ir a un lugar de paz, ya me hicieron viajar a un lugar de felicidad, ya lograron en siete minutos lo que algunos ojos no lograran en toda una vida…ya me hicieron agradecer que existan…



Caigo de nuevo en recomendar a Gioconda Belli, pero como evitarlo, si la inspiración es una mujer, la poeta tambien.



LUCIÉRNAGAS



A las cinco de la tarde

Cuando el resplandor se queda sin brillo

Y el jardín se sumerge en el último hervor dorado del día

Oigo el grupo bullicioso de niños


Que salen a cazar luciérnagas.

Corriendo sobre el pasto

Se dispersan entre los arbustos,

Gritan su excitación, palpan su deslumbre

Se arma un círculo alrededor de la pequeña

Que muestra la encendida cuenca de sus manos

Titilando.


Antiguo oficio humano

Este de querer apagar la luz.


¿Te acordás de la última vez que creímos poder iluminar la noche?


El tiempo nos ha vaciado de fulgor.

Pero la oscuridad Sigue poblada de luciérnagas.


Thursday, July 01, 2010

De retrasos y trenes...

Tuvo que bajar corriendo las escaleras, sabia que estaba llegando tarde, siempre estaba llegando tarde a todo pensó, y se rió a carcajadas mientras buscaba algo de aire para seguir corriendo. Saco boleto, dijo su destino con el ultimo aliento que le quedaba, estaba seguro que el boletero había hecho un esfuerzo sobrehumano para entender que había dicho.

Parado en el anden, con las manos en los bolsillos, apoyado en una columna de las que sostienen el techo de la estación, miraba hacia la curva donde se empieza a ver el tren venir, miraba como haciendo fuerza para que aparezca la pesada formación.

Las estaciones iban quedando atrás, así como también, el día le daba paso a la noche, unos uruguayos cantan Sabor a mi y él busca unos monedas en sus bolsillos, intercambia unas sonrisas con el cantante y se sumerge de nuevo al mundo en movimiento que le devuelve una ventana astillada producto de algún piedrazo. Un vendedor enumera los beneficios del producto que esta ofreciendo, una madre se traba en una feroz lucha con su hijo para que este se quede sentado, y él piensa en cuantos minutos de atraso lleva ya.

Se baja del tren, camina por un anden que ya caminos cientos de veces, le vibra el bolsillo y lee que ella lo va a matar, él sonríe porque sabe que esas amenazas no suelen cumplirse. Cuatro, tres, dos, una cuadra, y solo queda doblar en la esquina, él sabe que al girar la vera a ella pisando hojas secas, jugando con un perro callejero al que ya habrá bautizado, o quizás solo este jugando en una rayuela imaginaria dando saltos en las baldosas, seguro se esta haciendo trampa. Después ella le dirá que tiene algo para el, pero tardara lo que se tarda en sacar dos libros, tres peines, un celular, dos pilas, una vincha y un cuaderno de su bolso-cartera. El regalo puede ser un volante que le pareció gracioso, dos poesías que le gustaron, o una bolsa de caramelos de los verdes.

Y al doblar, ella sonriéndole mientras mira en su muñeca un reloj imaginario, él agarrándole la muñeca le dará cuerda al reloj y le dirá que esta atrasando, que no se olvide de darle cuerda por las noches, se fundirán en risas y se olvidaran de la llegada tarde habitual de él. Después el ritual de abrazos, besos, y de negociar en que cine se esconderán a sumergirse en un mundo de noventa minutos.

Y al salir del cine comentaran la película, criticaran al director porque sus finales eran mejores, confesaran su amor por el actor principal o su deseo por la actriz, se celaran unos minutos, se olvidaran de los actores, y seguirán actuando su propia película, al fin y al cabo se trata de eso, de actuar, de imaginarse dentro de una película, que día a día vamos escribiendo, interpretando, y en donde él, hoy, decidió escribir que no le preocupan sus treinta por llegar ni que los veinte de ella no se terminen de alejar…



La poesía que les dejo hoy pertenece a Charles Baudelaire (1821-1867), escritor francés, fue para algunos la crítica y síntesis del Romanticismo, para otros el precursor del Simbolismo, y tal vez haya sido ambas cosas al mismo tiempo. Los críticos coinciden al señalar que formalmente abrió el camino de la poesía moderna. Les dejo Je n'ai pas oublié (Yo no he olvidado), con su traducción.



Je n'ai pas oublié...


Je n'ai pas oublié, voisine de la ville,
Notre blanche maison, petite mais tranquille;
Sa Pomone de plâtre et sa vieille Vénus
Dans un bosquet chétif cachant leurs membres nus,

Et le soleil, le soir, ruisselant et superbe,
Qui, derrière la vitre où se brisait sa gerbe
Semblait, grand oeil ouvert dans le ciel curieux,
Contempler nos dîners longs et silencieux,
Répandant largement ses beaux reflets de cierge
Sur la nappe frugale et les rideaux de serge.


Yo no he olvidado...


Yo no he olvidado, vecina a la ciudad,
Nuestra blanca morada, pequeña pero tranquila;
Su Pomona de yeso y su vieja Venus
En un bosquecillo insignificante ocultando sus miembros desnudos,

Y el sol, en la tarde, refulgente y soberbio,
Que, detrás del cristal en que se quebraba su gavilla,
Parecía, ojo inmenso abierto en el cielo curioso,
Contemplar vuestras cenas largas y silenciosas,
Derramando generosamente sus bellos reflejos de cirio
Sobre el mantel frugal y las cortinas de sarga.

Thursday, June 24, 2010

De noches de sabado y madrugadas de domingos...

Siempre pensó que las vueltas eran terribles, siempre lo vivió como un retroceso, un momento para reflexionar sobre lo ocurrido. Odiaba hablar con los remiseros, las historias de pasados ilustres lo aburrían, las historias del crack que no llego por amor a la noche o del empresario estafado por un familiar y/o amigo, abundan en ese rubro. Así que sumar regreso y remis nunca fue su primera opción, prefería hundirse en el anonimato de un asiento de colectivo, silenciarse con sus auriculares del ruido del motor y de las charlas de extraños.

Los primeros fríos del invierno lo encontraron desprevenido, así que se abrazaba tratando de no dejar que el viento frió calara en sus huesos. A través del vidrio la ciudad le devolvía una postal de una mañana como tantas otras, los diarieros acomodando las mentiras del día impresas, unas señoras chusmeando camino a la panadería que ya emanaba su perfume habitual a pan recién horneado, unos amanecidos charlando de las aventuras de la noche que concluía, un borracho haciendo de una vereda su cama por unas horas más, otra mañana como tantas ya había visto, otra postal conocida, otro regreso como tantos.

El azar puso Big Joe and Phantom 309 por Tom Waits en su reproductor de música, aquella voz le traía tantas sensaciones. Pensó en el fantasma conductor de la canción, pensó en sus fantasmas, pensó que Big Joe había muerto para salvar la vida de otros y que no sabía porque se habían sacrificado sus propios fantasmas. Se imagino tomando un café con Tom Waits en honor a los fantasmas de ambos, alejados, recorriendo otros caminos, otras rutas, ya ajenos a ellos. El final del recorrido lo sorprendió imaginándose el destino de sus fantasmas, como si ellos no estuvieran allí, sentados bien cerquita en aquel sombrío colectivo, acechándolo como siempre y más.

Y luego, es entrar a un cuarto vació, calcular cuanto se tardaría en meter toda su vida en un bolso, pensar en quien se sorprendería si un día decidiera partir. Arrojarse al vació de una cama, con la sensación de que esta se encuentra a cien metros bajo tierra. Después es sentir un celular vibrar, un mensaje que llega y que se roba una mueca muy similar a una sonrisa, un mensaje que pide un tiempo para acomodar algunas cosas. Seguido de eso sus impulsos ejecutan una llamada cómplice, que genera unas risas, un imaginar esa sonrisa de mil dientes, un reírse a carcajadas juntos, un mandarse a dormir, un no querer hacerlo, un prometerse no hacerse las promesas de siempre, y mientras tanto, el domingo pido a gritos nacer pero ellos se niegan a eso, quieren que esa noche de sábado no termine nunca, porque ambos saben que el domingo sus fantasmas seguirán allí…



La recomendación de hoy es el poeta español José Miguel Ullán (1944-2009), dueño de una línea original de poesía visual publico varios libros en colaboración con pintores y compositores.



De corazón a corazón...

yo no robé, no asesiné; fui niño
y en cambio me golpean y golpean
Gelman

de corazón a corazón
hirientes
aluvional la carta y la alianza
voy a buscarte en roca compañera
deslizando los naipes por la manga
los naipes por el pecho
los naipes por la casa
y aquel fuego de flechas sin manzanas
yo te diré
que no aguardo feliz junto al estrago
de la tormenta patria

apasionadamente cruzaremos
la frontera de tierra maniatada
mientras prevés la hora bajo las catedrales
y te arrojas al músculo
porque te llamo en nombre del andamio
porque de acumularte mi memoria repica
y aquí las decisiones
los versos apagados
narrar calladamente el olor del destino
del pájaro maldito
de las llaves sumisas
(ah el traidor rendimiento)
que descubren la cama
y amigos siempre amigos
bebedores de muerte
que decimos a todos
venid venid venid
este es el llanto

cuánta desesperanza milenaria
al trenzar el cordón bajo la encina
mientras el beso a poco
la hoguera por mañanas
letanías vigentes de joaquín
húmedas letanías
y decirte que adiós que hasta la tarde
pero con una duda
imperdonable
amada
por su sabor a no sé qué sabido
en las dolidas calles
repletas de tristeza
repletas de amargura
bofetones pacíficos

todo está caro
amor
por las esquinas
y ayer peor y qué vendrá mañana
obligado silencio sempiterno
cerca del descubrir la dentadura
la calavera en fiebre
por encima de tanto salmo al padre
nosotros no diremos el vocablo sufrido
como dice ramón
palabras anchas
y para darme cuenta
para amarte sabiéndonos con miedo
del hachazo en la espalda
rompo todo naufragio
me levanto del féretro
te tomo de la mano
rompo las prohibiciones ya previstas
o sea rompo todo
rompo a llorar a silenciar las cosas
el labio solitario
por ti y por mí
por cuantos
renunciamos a hablar del arcoiris
y desfilan amigos como félix
estimulando el grito
velozmente la red
enumerados
(mucho perdón os pido)
como quien relatara
una fila de muertos entrañables
relatada por muertos
como tú y yo
como la noche misma
como abanicos muertos
pese al miedo en la palma de la mano
el corazón la carta y la alianza

Monday, June 14, 2010

Oda al ángel de las desilusiones...


Post dedicado, (inspirado) a N.T

.

Junio da inicio a su temporada de lluvias, las nubes grises monopolizan el cielo, y El piensa en las tormentas personales que se avecinan. Mientras se stockea de pañuelos en un kiosco, piensa en lo odioso de sonarse la nariz, luego se retira ajustando su bufanda y empieza a recopilar las ultimas charlas de una noche de esas que no serán muy recordadas.

El lucha contra un texto que hace semanas no se deja terminar, el Indio le canta que los sesenta fueron tres putos años, y El piensa en las promesas de amor para toda la vida que duran solo unos años. La pava le silba un hervor que pronto será té, y a El lo invade la sensación de que Ella, la patinadora de las habilidades extrañas, esta atravesando el camino que El tanto conoce, el del sabor agridulce, mezcla confusa, de lo dulce del recuerdo del último beso y el sabor amargo de las primeras lagrimas del adiós. El sabe que ella se soñó siendo un vals de casamiento, sin embargo, hoy le toca vivir una triste cumbia de despedida, cuestiones del nuevo milenio donde las despedidas llegan por mail.

Vendrán tardes de jogging, de resacas indeseables, de añorar los tiempos donde la felicidad era hacer canasta sin tropezar con alguna imperfección de la pista, de analizar en que momento la vida se empezó a complicar tanto, noches de evitar mandar un mensaje pero de morirse de ganas de hacerlo, amaneceres solitarios y regresos a una cama vacía. Se amontonaran esas sensaciones, pero así como un día llegaron todas juntas, un día se marcharan solas.

Ella que supo hacer equilibrio sobre cuatro rueditas naranjas, la misma que se soñó amada para toda la vida, hoy le toca hacer equilibrio con las emociones, evitar el llanto por momentos, soltar más la risa en otros. Y El, que detrás de una campera, una noche en un bar, compartió un secreto con Ella y lo guardo para ellos, sabe que pronto las nubes se marcharan, que la luz en Ella volverá, porque algo siempre estuvo claro, para El, es que la grandeza de una persona poco tiene que ver con los centímetros… y Ella tiene la grandeza necesaria para superar cualquier tormenta…



La recomendación de hoy nos llega desde Nicaragua, nacida el 9 de diciembre de 1948, Gioconda Belli se reveló como poetisa en 1970 expresando una feminidad desnuda y plena.



Como Gata Boca Arriba

Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.