Thursday, June 24, 2010

De noches de sabado y madrugadas de domingos...

Siempre pensó que las vueltas eran terribles, siempre lo vivió como un retroceso, un momento para reflexionar sobre lo ocurrido. Odiaba hablar con los remiseros, las historias de pasados ilustres lo aburrían, las historias del crack que no llego por amor a la noche o del empresario estafado por un familiar y/o amigo, abundan en ese rubro. Así que sumar regreso y remis nunca fue su primera opción, prefería hundirse en el anonimato de un asiento de colectivo, silenciarse con sus auriculares del ruido del motor y de las charlas de extraños.

Los primeros fríos del invierno lo encontraron desprevenido, así que se abrazaba tratando de no dejar que el viento frió calara en sus huesos. A través del vidrio la ciudad le devolvía una postal de una mañana como tantas otras, los diarieros acomodando las mentiras del día impresas, unas señoras chusmeando camino a la panadería que ya emanaba su perfume habitual a pan recién horneado, unos amanecidos charlando de las aventuras de la noche que concluía, un borracho haciendo de una vereda su cama por unas horas más, otra mañana como tantas ya había visto, otra postal conocida, otro regreso como tantos.

El azar puso Big Joe and Phantom 309 por Tom Waits en su reproductor de música, aquella voz le traía tantas sensaciones. Pensó en el fantasma conductor de la canción, pensó en sus fantasmas, pensó que Big Joe había muerto para salvar la vida de otros y que no sabía porque se habían sacrificado sus propios fantasmas. Se imagino tomando un café con Tom Waits en honor a los fantasmas de ambos, alejados, recorriendo otros caminos, otras rutas, ya ajenos a ellos. El final del recorrido lo sorprendió imaginándose el destino de sus fantasmas, como si ellos no estuvieran allí, sentados bien cerquita en aquel sombrío colectivo, acechándolo como siempre y más.

Y luego, es entrar a un cuarto vació, calcular cuanto se tardaría en meter toda su vida en un bolso, pensar en quien se sorprendería si un día decidiera partir. Arrojarse al vació de una cama, con la sensación de que esta se encuentra a cien metros bajo tierra. Después es sentir un celular vibrar, un mensaje que llega y que se roba una mueca muy similar a una sonrisa, un mensaje que pide un tiempo para acomodar algunas cosas. Seguido de eso sus impulsos ejecutan una llamada cómplice, que genera unas risas, un imaginar esa sonrisa de mil dientes, un reírse a carcajadas juntos, un mandarse a dormir, un no querer hacerlo, un prometerse no hacerse las promesas de siempre, y mientras tanto, el domingo pido a gritos nacer pero ellos se niegan a eso, quieren que esa noche de sábado no termine nunca, porque ambos saben que el domingo sus fantasmas seguirán allí…



La recomendación de hoy es el poeta español José Miguel Ullán (1944-2009), dueño de una línea original de poesía visual publico varios libros en colaboración con pintores y compositores.



De corazón a corazón...

yo no robé, no asesiné; fui niño
y en cambio me golpean y golpean
Gelman

de corazón a corazón
hirientes
aluvional la carta y la alianza
voy a buscarte en roca compañera
deslizando los naipes por la manga
los naipes por el pecho
los naipes por la casa
y aquel fuego de flechas sin manzanas
yo te diré
que no aguardo feliz junto al estrago
de la tormenta patria

apasionadamente cruzaremos
la frontera de tierra maniatada
mientras prevés la hora bajo las catedrales
y te arrojas al músculo
porque te llamo en nombre del andamio
porque de acumularte mi memoria repica
y aquí las decisiones
los versos apagados
narrar calladamente el olor del destino
del pájaro maldito
de las llaves sumisas
(ah el traidor rendimiento)
que descubren la cama
y amigos siempre amigos
bebedores de muerte
que decimos a todos
venid venid venid
este es el llanto

cuánta desesperanza milenaria
al trenzar el cordón bajo la encina
mientras el beso a poco
la hoguera por mañanas
letanías vigentes de joaquín
húmedas letanías
y decirte que adiós que hasta la tarde
pero con una duda
imperdonable
amada
por su sabor a no sé qué sabido
en las dolidas calles
repletas de tristeza
repletas de amargura
bofetones pacíficos

todo está caro
amor
por las esquinas
y ayer peor y qué vendrá mañana
obligado silencio sempiterno
cerca del descubrir la dentadura
la calavera en fiebre
por encima de tanto salmo al padre
nosotros no diremos el vocablo sufrido
como dice ramón
palabras anchas
y para darme cuenta
para amarte sabiéndonos con miedo
del hachazo en la espalda
rompo todo naufragio
me levanto del féretro
te tomo de la mano
rompo las prohibiciones ya previstas
o sea rompo todo
rompo a llorar a silenciar las cosas
el labio solitario
por ti y por mí
por cuantos
renunciamos a hablar del arcoiris
y desfilan amigos como félix
estimulando el grito
velozmente la red
enumerados
(mucho perdón os pido)
como quien relatara
una fila de muertos entrañables
relatada por muertos
como tú y yo
como la noche misma
como abanicos muertos
pese al miedo en la palma de la mano
el corazón la carta y la alianza

Monday, June 14, 2010

Oda al ángel de las desilusiones...


Post dedicado, (inspirado) a N.T

.

Junio da inicio a su temporada de lluvias, las nubes grises monopolizan el cielo, y El piensa en las tormentas personales que se avecinan. Mientras se stockea de pañuelos en un kiosco, piensa en lo odioso de sonarse la nariz, luego se retira ajustando su bufanda y empieza a recopilar las ultimas charlas de una noche de esas que no serán muy recordadas.

El lucha contra un texto que hace semanas no se deja terminar, el Indio le canta que los sesenta fueron tres putos años, y El piensa en las promesas de amor para toda la vida que duran solo unos años. La pava le silba un hervor que pronto será té, y a El lo invade la sensación de que Ella, la patinadora de las habilidades extrañas, esta atravesando el camino que El tanto conoce, el del sabor agridulce, mezcla confusa, de lo dulce del recuerdo del último beso y el sabor amargo de las primeras lagrimas del adiós. El sabe que ella se soñó siendo un vals de casamiento, sin embargo, hoy le toca vivir una triste cumbia de despedida, cuestiones del nuevo milenio donde las despedidas llegan por mail.

Vendrán tardes de jogging, de resacas indeseables, de añorar los tiempos donde la felicidad era hacer canasta sin tropezar con alguna imperfección de la pista, de analizar en que momento la vida se empezó a complicar tanto, noches de evitar mandar un mensaje pero de morirse de ganas de hacerlo, amaneceres solitarios y regresos a una cama vacía. Se amontonaran esas sensaciones, pero así como un día llegaron todas juntas, un día se marcharan solas.

Ella que supo hacer equilibrio sobre cuatro rueditas naranjas, la misma que se soñó amada para toda la vida, hoy le toca hacer equilibrio con las emociones, evitar el llanto por momentos, soltar más la risa en otros. Y El, que detrás de una campera, una noche en un bar, compartió un secreto con Ella y lo guardo para ellos, sabe que pronto las nubes se marcharan, que la luz en Ella volverá, porque algo siempre estuvo claro, para El, es que la grandeza de una persona poco tiene que ver con los centímetros… y Ella tiene la grandeza necesaria para superar cualquier tormenta…



La recomendación de hoy nos llega desde Nicaragua, nacida el 9 de diciembre de 1948, Gioconda Belli se reveló como poetisa en 1970 expresando una feminidad desnuda y plena.



Como Gata Boca Arriba

Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.


Tuesday, June 08, 2010

Imagenes de un domingo...


Un instante en un domingo, una breve descripción de una concatenación de pensamientos y hechos.

Un cuaderno y una birome, un cuerpo reposando en un sillón, un escritorio que pide a gritos que lo ordene. Un encendedor que no se devolvió, una ventana a medio abrir, una vecina que le grita a su hijo que esta la comida. La batería de Bonham que no para de sonar, un disco de Cream, dos discos de Hendrix y uno de Billy Cobham hacen cola sobre el grabador, una publicidad en la televisión que vende la felicidad en sesiones de tres minutos de ejercicios a 220 watts. Pensamientos sobre un lejano viernes, sueños con los ojos abiertos que generan risa, el deseo imperioso de que haya mas Campari en la alacena. Recuerdos de una noche que empezó en Devoto, se traslado a Flores, se escapo a Ramos y amaneció en Castelar, una lista de llamadas sin responder, una llamada llena de alcohol a las ocho de la mañana que se atendió. Un reloj que no avanza, una ansiedad que crece, un dormir que nos gambetea. Un par de libros sin terminar, una foto que actúa de señalador, dos perros que le gritan a un botellero que compra chapas. El sueño de la casa con diez pinos, la necesidad de huir de la ciudad que tanto seduce y tanto asfixia, el anhelo de que alguien me acompañe el resto de mis días. Una remera que huele a noche de sábado, dos teléfonos sin agendar, unas conversaciones imposibles de recordar completas. Un hasta luego que se convirtió en adiós con el tiempo, un adiós que no se logra comprender…



La recomendación de hoy es José Martí (1853-1895), patriota y escritor cubano, apóstol de la independencia de Cuba. Como escritor Martí fue un precursor del modernismo iberoamericano. Se destacó por su estilo fluido, simple y sus vívidas imágenes personales.


Domingo Triste.


Las campanas, el sol, el cielo claro
me llenan de tristeza, y en los ojos
llevo un dolor que el verso compasivo mira,
un rebelde dolor que el verso rompe
¡y es, oh mar, la gaviota pasajera
que rumbo a Cuba va sobre tus olas!

Vino a verme un amigo, y a mí mismo
me preguntó por mí; ya en mí no queda
más que un reflejo mío, como guarda
la sal del mar la concha de la orilla.
Cáscara soy de mí, que en tierra ajena
gira, a la voluntad del viento huraño,
vacía, sin fruta, desgarrada, rota.
Miro a los hombres como montes; miro
como paisajes de otro mundo, el bravo
codear, el mugir, el teatro ardiente
de la vida en mi torno: ni un gusano
es ya más infeliz: ¡suyo es el aire,
y el lodo en que muere es suyo!
Siento la coz de los caballos, siento
las ruedas de los carros; mis pedazos
palpo: ya no soy vivo: ¡ni lo era
cuando el barco fatal levó las anclas
que me arrancaron de la tierra mía!