Sunday, April 19, 2009

Así estoy Amor...


No sé en que parte de tu viaje estés, si partiendo o arribando, solo sé que te estoy esperando hace un tiempo ya. No sé con que expectativas vienes, sé que te espero con muchas. No sé mucho de vos, solo te tuve en algunos momentos de mi vida pero te recuerdo de la mejor manera.

Esperar, desear, siempre los mismos verbos en la misma conjugación. Los deseos de siempre, el deseo de sentir el amor durmiendo al lado tuyo, el deseo de sentir el calor de una palma, el deseo de compartir alegrías y de sentir el apoyo en los malos momentos. La eterna espera, esperar a que tanto deseo se corporice en un ser, y que uno sea lo más cercano a los deseos de ese otro.

Así estoy Amor, esperando que llegues, esperando que sepas que ese camino que hoy emprendes ya ha sido transitado, que no es fácil pero tampoco imposible, así estoy Amor esperando el momento de poder sentir que me ha llegado el momento de vivir a pleno, así estoy Amor cargándote con todo, llenándote de presiones, porque siempre has sido el motor de mis mejores viajes, así estoy Amor esperándote, con paciencia, pero esperándote, quizás algún día llegues…

La recomendación de hoy es Eduardo Castillo (1889-1938) Colombiano. Conocido como El Papa Negro, perteneció a la segunda etapa del modernismo. Es considerado como el poeta lírico de esta generación. Su poesía, más que descriptiva y narrativa, es sugerente, de lenguaje simple, alejado de palabras refinadas, una búsqueda permanente de lo misterioso, de lo inexplicable en los seres humano

Ella

Tú, mi novia de siempre, la lejana

Novia de blanca túnica ceñida;

La nunciadora en cuya frente erguida

Brilla el lucero azul de la mañana;

tú, prometida y a la vez hermana,

A quien buscó mi juventud florida

Y a quien, en el invierno de la vida,

Buscaré aún con la cabeza cana;

tuyos fueron los brotes abrileños

Del cándido rosal de mis ensueños,

Su primer yema y su primer retoño.

Y hoy -pasados los años-, como prenda

De constancia inmortal, te hago la ofrenda

De este ramo de rosas de mi otoño.


Tuesday, April 14, 2009

Sin bares, sin policias...




Escribir desde el dolor puede generar la autotraición, la traición a ciertas convicciones. Esperar a la policía cuando a uno lo están robando, es como esperar que los bares no cierren cuando uno tiene penas profundas, y hoy me faltan la policía y los bares que no cierran pero me sobran penas.

Hay noches donde uno quisiera rebobinar todo el día y arrancarlo de cero, hay noches donde uno quisiera tener una reunión mano a mano con Dios, Ala, Mahoma y demases, hay noches donde uno quiere que sea haga de día lo más pronto posible.

Hay música que suena en el momento indicado, hay melodías que traen el recuerdo equivocado, hay temas que hacen reír, otros que hacen llorar, hay momentos que no necesitan ser musicalizados.

Hay personas que se extrañan, pocas que se lloran, hay personas que se olvidan, hay personas que nos dejaron físicamente pero nunca espiritualmente.

Hay amigos que solo quieren ser escuchados, hay amigos que no quieren hablar, y claro, que hay amigos.

Hay muchas maneras de amar, lamentablemente muchas de odiar, hay muchas razones para reír, inevitablemente muchas porque llorar, pero hay una sola forma de pedir perdón y una sola forma de perdonar.

Hay tantas cosas porque escribir, y es tan limitada mi forma de hacerlo.

Una sola persona, dos robos en poco tiempo, tres años sin mi Tío, cuatro meses sin trabajo, cinco meses sin amor, seis maneras de hacer un nudo horca, siete razones para no aprenderlo a hacer nunca…

Números, estadísticas, razonamiento del ser y el alma, mucho para una sola noche. Pero sigo así, sintiendo que no avanzo, sintiendo que me hundo cada día, cada hora, más en mi propio pantano.



La recomendación es Julio Cortazar, que decir que no se haya dicho, este poema fue publicado en la revista Desquicio, en el otoño de 1972, en París.
Poesía dedicada al “Bicho”, así le decía Cortazar a Alejandra Pizarnik.

Alejandra

Puesto que hades no existe, seguramente estás allá,
último hotel, último sueño,
pasajera obstinada de la ausencia.
Sin equipajes ni papeles,
Dando por óbolo un cuaderno
O un lápiz de color.
- Acéptalos barquero: nadie pagó más caro
el ingreso a los Grandes Transparentes,
al jardín donde Alicia la esperaba.

Tuesday, April 07, 2009

Miedos


A veces lo difícil es animarse a tener nuevos recuerdos, no tanto dejar los viejos, sino adquirir nuevos. Porque cuando se llega a ese instante, donde uno puede atesorar un momento, uno se da cuenta que se abrió el pecho en dos, que esta expuesto, que un mosquito a mediana velocidad le podría generar un infarto a ese exhibido corazón.
Así se caminan las veredas de la soledad, esa calle tan concurrida por estos días, se transitan con las manos en los bolsillos para no dejar escapar un centavo, algunos días se avanzan con la sensación de que se caminaran siempre, otros días con la sensación de que es el último paseo, pero siempre con la inseparable sensación de miedo a la exposición.


Les dejo una poesia de Idea Vilariño, Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1920. Sus poemas, dotados de gran musicalidad, se han agrupado en “La suplicante”, “Poemas de amor”, “Nocturnos” y “Poesía”.


EL AMOR

Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorgojea al oído
y le gorgojeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda lo
levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
- no se trata de amor
damos la vida-
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.