Monday, November 08, 2010

Una mujer me danza en las pupilas...


No podría decir con exactitud si es que la danza la llevo a dominar su cuerpo de la manera en que lo domina, o si dominarlo de esa manera la llevo a la danza, poco importa que se dio primero, lo importante es que ella domina cada músculo de su cuerpo, pero de una manera tan dulce que no parece una dominación sino mas bien un convencimiento, ella los convence de moverse de esa manera. Su cuerpo con el tiempo se ha convertido en el templo del movimiento, pero también en el refugio de los golpes, y en ese cuerpo los golpes son aprendizaje, cosa que el alma todavía no pudo aprender. Su cuerpo, maestro para tantos, no pudo enseñar todavía a su alma el camino por el cual se absorben los golpes y se aprende ellos. Materia pendiente para el alma que vive en tan tallado cuerpo.

Para ella bailar no es un entretenimiento ni siquiera una profesión, para ella bailar es un estilo de vida, su estilo de vida. Su vida se mide en ocho tiempos, ella vive en ocho tiempos. Ella transita su vida danzando, saltando baldosas, esquivando, con la gracia de un pájaro volando, piropos que le son lanzados a mansalva cuando transita cualquier barrio de la ciudad. Perderse en el vaivén de sus caderas es tan fácil como no poder volver a concentrarse después de mirarla un segundo a los ojos, Ella es conciente de estas cuestiones pero sus actos son inconcientes, no tienen dobles intenciones, Ella mueve así sus caderas porque le gusta moverse, los observantes cargan de significantes ese movimiento, la culpa de las reacciones a esos movimientos es exclusivamente culpa de los que la observan bailar, claro esta, que viéndola bailar es difícil dejar de observarla.

Cuando alza los brazos parece que va a hacer descender el cielo, cuando estira sus piernas uno siente que se detuvo años a admirar ese cuadro perfecto, uno siente lo relativo que es el tiempo cuando la admira. Observarla de lejos es una tarea de imposible realización, cuando uno logra advertirla entra la multitud, cuestión que no es difícil porque sobresale entre cualquier grupo de personas, el cuerpo de uno se lanza a su encuentro, a la más cercana de las cercanías posible.

Será porque esta acostumbrada a escuchar la música, antes de empezar a moverse, que Ella te escucha, te mira a los ojos cuando hablas y hace que pierdas la concentración, la fuerza de su mirada es tan cautivante como la fuerza de sus movimientos. Ella te danza en el centro de las pupilas, y te hace perder en el centro de su mirada, Ella es la bailarina de la perdición, Ella es la intérprete perfecta de la danza de mi perdición…



Hoy la recomendación poética es uno de los grandes de la literatura, Jorge Luís Borges, con su poema Mi Vida Entera.



Mi Vida Entera.


Aqui otra vez, los labios memorables, único y
semejante a vosotros.
Soy esa torpe intensidad que es un alma.
He persistido en la aproximación de la dicha y
en la privanza del pesar.


He atravesado el mar.
He conocido muchas tierras; he visto una mujer
y dos o tres hombres.
He querido a una niña altiva y blanca y de una
hispánica quietud.


He visto un arrabal infinito donde se cumple una
insaciada inmortalidad de ponientes.
He paladeado numerosas palabras.
Creo profundamente que eso es todo y que ni veré
ni ejecutaré cosas nuevas.


Creo que mis jornadas y mis noches se igualan en
pobreza y en riqueza a las de Dios y a las
de todos los hombres.



2 comments:

Danni said...

Muy lindo este amigo

Danni said...

Muy Muy lindo