Hoy desperté, y lo primero que se me vino a la mente, fueron unos versos de Nicanor Parra. Dude si eran tal como los repetía, así que, sin lavarme la cara, recorrí el caos de mi habitación buscando el libro. Era obvio que no lo iba a encontrar (pero encontré un libro de Zizek que tengo que devolver, vos sabes), me prepare el desayuno, mates en soledad, mientras mi mente no paraba de jugar con ese poema. La duda central giraba en torno a un verso, yo recordaba “El corazón no debe pensar”, pero cuando recitaba esa parte, un mar de dudas me conquistaba.
Desde que me tope, casi de casualidad, con la obra del poeta chileno, sus poesías me invaden. Nicanor es el poeta del caos, del desorden, como no me va visitar a mí. Vivo en caos, nado en el desorden que me impuse y del que tanto me cuesta salir. Caos y desorden, angustia y soledad, el salón de baile, de mi vida, se llena de macabras parejas.
El día siguió, así como la repetición, con duda, del poema de Nicanor. Nade un rato, en el caos de mi día a día, en cada bache que la rutina me presentaba luchaba contra la duda “El corazón no debe pensar”…me seguía haciendo ruido, me seguían conquistando las dudas.
Cuando la rutina diaria vio llegar su final, logro hablar con ella, por un instante veo todo claro, por un momento salgo del mar de dudas, del caos, del desorden. Me trenzo con las palabras, quiero elegir las correctas cuando hablo con ella, me sumerjo en el lenguaje, me abrazo al habla…de repente la revelación…”El corazón no sabe que pensar”, así escribió Nicanor. Así vive mi corazón, no sabe que pensar…pero quizás el amor le pueda dar algunas respuestas con respecto a vos…
Desde que me tope, casi de casualidad, con la obra del poeta chileno, sus poesías me invaden. Nicanor es el poeta del caos, del desorden, como no me va visitar a mí. Vivo en caos, nado en el desorden que me impuse y del que tanto me cuesta salir. Caos y desorden, angustia y soledad, el salón de baile, de mi vida, se llena de macabras parejas.
El día siguió, así como la repetición, con duda, del poema de Nicanor. Nade un rato, en el caos de mi día a día, en cada bache que la rutina me presentaba luchaba contra la duda “El corazón no debe pensar”…me seguía haciendo ruido, me seguían conquistando las dudas.
Cuando la rutina diaria vio llegar su final, logro hablar con ella, por un instante veo todo claro, por un momento salgo del mar de dudas, del caos, del desorden. Me trenzo con las palabras, quiero elegir las correctas cuando hablo con ella, me sumerjo en el lenguaje, me abrazo al habla…de repente la revelación…”El corazón no sabe que pensar”, así escribió Nicanor. Así vive mi corazón, no sabe que pensar…pero quizás el amor le pueda dar algunas respuestas con respecto a vos…
APROVECHO
Aprovecho la hora del almuerzo
para hacer un examen de conciencia
¿Cuántos brazos me quedan por abrir?
¿Cuántos pétalos negros por cerrar?
¡A lo mejor soy un sobreviviente!
El receptor de radio me recuerda
mis deberes, las clases, los poemas
con una voz que parece venir
desde lo más profundo del sepulcro.
El corazón no sabe que pensar.
Hago como que miro los espejos
un cliente estornuda a su mujer
otro enciende un cigarro
otro lee Las últimas noticias.
¡Qué podemos hacer, árbol sin hojas,
fuera de dar la última mirada
en dirección del paraíso perdido!
Responde sol oscuro
ilumina un instante
aunque después te apagues para siempre.
4 comments:
Será uno relacionado con Juancito Lacan y Sir Alfredo José Hitchcock? Aún espero...
Besos Mani.
sos un sandro total, un sandro siglo veintiuno, un senor sandro...
uau...
la ixelloise
La maga: te lo voy a devolver...lo juro...
la ixelloise: me alegra mucho saber que andas por ahi...en algun lado y todavia con ganas de leerme
Besos
Ooooh, qué lindo poema. No conozco nada de Parra pero me gustó mucho.
El caos es bueno porque uno se adapta mejor a su propio quilombo que a su propia paz... sí señor.
Un besote.
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