Friday, February 23, 2007

Perdedores del trio...


Refugiado entre las sabanas, te veo pasar de un ambiente a otro. Buscas tu ropa, reconstruís una noche, prenda a prenda. Sentís mi presencia, solo cuando lanzo una tímida risa al verte, por momentos, perder la lucha, que emprendes con un suéter, que no quiere que lo uses y que resulta ser mío.
La imagen es de comedia romántica europea, vos cubierta solo por aquella prenda que resulto derrotada, que a mi me queda grande, preparando torpemente el desayuno, mientras dejas ver por breves instantes lo perfecto de tu cuerpo. Yo, con la lucidez de los últimos momentos, solo te observo, cualquier palabra estaría demás, sin embargo, sé, sabemos, que hablar es necesario.
Anoche viniste a eso. Lo intentamos, solo hasta que nos preguntamos que sentíamos por el otro. Solo tenemos claro que en este triangulo, ninguno de los dos quiere ser el lado perdedor. Porque en todo triangulo alguien pierde, uno de los lados sufre una perdida. Ni vos ni yo queremos ser ese lado, pero alguien algo va a tener que perder.
Terminaste de preparar el desayuno, y si bien solo es café con galletitas, lo traes como un chef que trae su mejor plato gourmet, me encanta la entrega con la que haces todas tus cosas, si yo pudiera entregarme así. Te tiras en la cama y el bamboleo del colchón sacude, un poco, la bandeja, sin derramar siquiera una gota de café. Me das un beso, mientras me dices que le pusiste tres de azúcar, me conoces mucho, como nadie quizás, llegaste a esos lugares que pocos conocen. Le doy el primer sorbo al café, sabiendo que me miras como alguien que espera el veredicto de un jurado, esta horrible te digo, y me das uno de esos besos donde tememos perder todo el aire. Nos quedamos en silencio, temo empezar la conversación, intuyo puede ser la ultima, no quiero perderte y no se que hacer para retenerte. Vamos a tener que comprar una radio estos silencios me matan, me decís, y ante mi cara de sorpresa, agregas, vamos a trabajar tu pesimismo también, no voy a poder convivir con él mucho tiempo…

(Foto cedida por Agus, la otra A.P)
(Archivo recuperado por mi Hermani La Maga)

Monday, February 12, 2007

Mujer nicaraguense

Hoy no tengo muchas ganas de escribir (decir), pero siempre hay ganas de leer a otros y sobretodo, recomendarlos. La recomendación de hoy viene de Nicaragua, es quizás (después de A.P) la mujer que más movilizo mi mente, audaz, talentosa, con tanto por decir, tanto por contar.
Gioconda Belli, poetisa, ensayista y narradora, nació en Managua el 9 de Diciembre de 1948. Se reveló como poetisa en 1970, consagrándose en 1972 con el premio " Mariano Fiallos Gil".
Toda su obra se ha recogido en El ojo de la mujer (1986): una totalizadora combinación de la experiencia amatoria y la práctica al servicio de la transformación revolucionaria. En cuanto a sus dos novelas, ambas logradas en sus objetivos primordiales, fusiona lo erótico y lo político, lo mítico y lo poético.

Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.